Reflexión sobre la importancia de la participación en la educación pública

El artículo busca dar a conocer una reflexión que tiene base en la participación y entendida esta como un elemento central para aportar al desarrollo de la democratización del sistema y a su mejora, de igual manera, considera la integración de aquellos que han sido excluidos, los vulnerables, los marginados, los no invitados. Relaciona componentes asociados a la participación en la educación, principalmente en el sistema escolar y la educación pública, destaca el valor de los actores que quieren aportar desde esta participación, incorporando a los directores y directoras escolares y la idea de estos como personajes necesarios para trasmitir significado de cambio y mejoras del contexto educativo. 

Por Enrique Quiñones Parra

Profesor y Administrador Público, Magíster en currículo, Magíster en liderazgo escolar, Doctorante en política educativa.

En la actual panorámica local e internacional se está requiriendo con mayor empuje la disposición de participación, una participación comprendida como una actuación ciudadana y enérgica en cuanto a la manifestación de opiniones que contribuyan en la toma de decisiones referentes a diferentes iniciativas sociales y sobre todo de carácter político, actividades que se realicen y que logren permear la capa del bloqueo de los opresores que buscan mantener el sistema a favor de algunos y no contribuyen a la democratización del sistema. Esta participación no puede ser entendida como una iniciativa aislada, un hecho fortuito, o vaporoso, al contrario, debe ser resaltada y entendida como un derecho legítimo y que involucre a todos los actores de la sociedad, de un territorio, sus manifestaciones, esencias y anhelos. 

En igual forma, es esencial proyectar la participación como un acto social e imprescindible, esta debe abordarse en las diversas instancias y espacios de creación de políticas con el fin de mejorar la calidad del sistema por medio de una actuación e involucramiento oportuno con la comunidad y sus representantes. Es aquí en donde podemos observar que, en la llanura de la educación, desde hace años se ha levantado la súplica en cuanto a la necesidad ampliar la participación social, proyectadas desde la obra y el pensamiento de la fuerza progresista, fraguando esta acción en cada uno de los discursos, en todos los niveles locales, globales y encarnándose como una bandera de lucha por aquellos que han sido excluidos y actualmente son los más vulnerables y desprotegidos de todas las estructuras del sistema.

Con respecto a la educación pública podría mencionarse que, desde la instalación de los Servicios Locales de Educación, la percepción de participación en estos podría distinguirse como un proceso lento, cerrado, de poca importancia y de inoperante valor. El desconocimiento amplio de la sociedad sobre este nuevo sistema, sumado a la percepción de una educación pública poco exitosa, viene a ser un proceso poco participativo, carente de protocolos y que dispone información en forma poco oportuna (Agencia de Calidad de la Educación, 2020).

Según lo anterior, hoy es necesario seguir evaluando el proceso de participación en el sistema escolar público, disponiendo políticas y orientaciones clarificadoras desde las autoridades nacionales y sobre todo de quienes lideran estos nuevos servicios "los directores ejecutivos y los departamentos correspondientes". Por su parte, cabe proyectar la responsabilidad en conseguir una participación real, aumentando el compromiso de quienes buscan involucrarse en estos procesos, recogiendo las manifestaciones con el fin de contribuir a la mejora del sistema educativo, considerando el compromiso de estos ciudadanos involucrados colectiva y comunitariamente, que buscan alcanzar el bien común y anular la mirada enraizada y burocratizada que actualmente existe en la institución pública en general. 

Paralelamente, es urgente abrir las puertas de la participación a los líderes escolares, a las y los directores de las escuelas, liceos y jardines administrados por los Servicios Locales de Educación, es imperioso escuchar sus percepciones y los imaginarios que estos tienen del sistema, también valorar y reconocer que estos aportan a la formación de un tejido social bajo una mirada justa, crítica y responsable, dando a conocer las declaraciones silenciadas, estos tienen la capacidad de profundizar en los elementos que mandatan a las escuelas como entes políticos y a los ciudadanos como actores sociales, las voces de los directores y directoras expresan la alternativa de transformar la educación, aportando a este nuevo sistema de educación pública. 

Según lo anterior, se puede agregar que las manifestaciones de los directores expresan la alternativa de reposicionar el sistema, reconfigurar la educación, son componentes fundamentales de los resultados de la unidad escolar en contextos vulnerables, identifican las desigualdades y flagelos existentes y las relaciones predominantes, por ello, aportan al progreso escolar a los desafíos y a las diferencias socioeconómicas.

Finalmente, la participación en la educación tiene como núcleo central la posibilidad de opinar, involucra la oportunidad de manifestar demandas y requerimientos, aportar con diversas propuestas al sistema, las cuales influirán posteriormente en las unidades escolares, esta participación influye directamente en la construcción de una sociedad democrática, por ello, desde los Servicios Locales se debe contemplar la necesidad de gestionar de forma permanente, abierta y transparente los procesos ciudadanos de la participación, validando y respaldando los consejos y a sus asesores, con ello, erradicando las exclusiones de los principales actores de la educación y sus voces. Solo así, es posible contribuir a lograr una gestión escolar con mayor eficiencia, contribuyendo a la igualdad, la equidad y la justicia en el sistema público dando respuesta a los actuales desafíos educativos. 

Conclusiones

La educación es un factor clave de cambio, de intervención social y aporte a la transformación, no puede darse en sí misma, debe integrar abiertamente a todos los actores sociales. En educación la participación aporta a la mejora del sistema y a su eficiencia, en esta escena escolar los líderes son relevantes ya que contribuyen planteando las diferentes posturas y necesidades del contexto en que lideran y gestionan. El sistema de participación en la educación pública no ha dado respuesta a la demanda de aportar a la democracia del sistema y considerar el valor de las opiniones de los integrantes de las comunidades escolares, se sugiere no ver esta acción de involucramiento de la comunidad como una actividad administrativa, más bien, tener en cuenta esta necesidad y disponer instancias participativas permanentes que realmente aporten a la nueva educación pública, de lo contrario será un proceso inerte y carente de significado.

Referencias

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• Alarcón, L., Gómez, I., & Rodríguez, L. (2013). Representaciones sociales de la participación ciudadana, escuchando algunas voces. ORINOCO Pensamiento y Praxis, SN(3), 45-62.
• Chen, X., & Zhao, X. (2021). Observaciones y perspectivas sobre las modalidades de educación básica en América Latina en la era pandémica y pos pandémica: Estudio de caso: Aprende en Casa de México. Revista de Educación a Distancia, 21(67). https://doi.org/10.6018/red.480841
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• Harris, A., & Jones, M. (2020). COVID 19 - school leadership in disruptive times. School,40(4), 243-247. https://doi.org/10.1080/13632434.2020.1811479
• Harris. (2020). COVID-19 – school leadership in crisis? Journal of Professional Capital and Comunity, 5(3), 321-326. https://doi.org/10.1108/JPCC-06-2020-0045
• Quiñones, A. (2024). Liderazgo educativo y crisis sanitaria: estudio fenomenológico a partir de la experiencia de directores escolares pertenecientes al servicio local de educación pública barrancas (2020-2022). Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación.